Villanuevacorre cruza la frontera y da un salto, esta vez, hasta Dublín, capital de la República de Irlanda. Es la ciudad más grande de la isla y se encuentra ubicada cerca del centro de la costa este, sobre el mar de irlanda en la desembocadura del rio Liffey.
Hasta allí, se fue Dioni "El Maestro", para participar en su maratón y dejar el pabellón de Villanuevacorre... Y Mucho bien alto.
En una mañana que nos recibía con una temperatura algo fría
sobre 7º, para mi, adecuada para correr, según la organización 22.000 corredores nos hemos dado cita en la
prueba de maratón, separados en cuatro olas en función de los tiempos de
carrera y saliendo cada ola con una diferencia de 20 minutos.
La organización correcta tal vez algo estricta sobre todo en el acceso a cada uno de los corrales de salida, pero eso facilitaba la organización y que el funcionamiento fuera perfecto; bien los avituallamientos de agua, isotónicas, geles. Al final todo muy ordenado para la entrega de la medalla, recoger la bolsa con agua, isotónica, etc. y la camiseta que acredita que has finalizado. No se le puede poner ningún reparo.
El circuito no se correspondía con mi idea inicial de que
iba ser de perfil llano, pero nos encontrábamos con continuas subidas y
bajadas, para entendernos el camino de Magacela trasladado a Dublín. El clásico circuito rompe piernas
En cuanto a mi carrera me he marcado un ritmo bastante cómodo y
constante en toda la carrera en consonancia a los entrenamientos del verano y
siempre corriendo en torno a 6:00 min/km., he seguido la táctica de las últimas
maratones de parar y recuperar un poco en los avituallamientos, en este caso no
he podido hacer las 8 series de 5 km, porque los avituallamientos estaban
señalizados en millas, aunque luego te indicasen los puntos kilométricos cada 5
km. Satisfecho con el resultado final pues he terminado sin agobios y con muy buenas
sensaciones.
Así pues, completada una nueva maratón en este caso la 38 y ya con
la cabeza puesta en la siguiente.
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