MARATON PALMA DE MALLORCA
El jueves día 18 partíamos en expedición hacia la isla de Mallorca para hacer una de las cosas que más nos gusta, “correr”, si a esto le sumamos el gran grupo de compañeros que fuimos, lo bien que lo hemos pasado y las anécdotas que hemos tenido podríamos decir que han sido unos días de 10.
Como digo, partimos el día 18 desde la terminal T2 rumbo a Palma de Mallorca un nutrido grupo de componentes de Villanueva Corre… y mucho.
Han sido unos días en los que no hemos parado ni un momento, visita a la feria del corredor, recogida de dorsales, visita guiada por Palma, compras… No hemos
pasado desapercibidos por la ciudad, donde quiera que íbamos nos hacíamos notar.
En lo que se refiere a la feria del corredor, no tiene nada que ver con las grandes maratones del país, tenían una pequeña representación de artículos de running y alguna que otra ofertilla.
En lo que
se refiere a las carreras están orientadas al público extranjero, así que
éramos menos del 10 % los corredores los españoles que participábamos, nos ha
parecido poca bolsa del corredor para lo que cuesta la inscripción.
En las carreras estuvimos bien representados tanto en la
media maratón con Paco C., Marta, Montse, Rafa S., José Mari, Rubén y Joaquín y
en el maratón con Rafa R., Yolanda, Paco N., Antonio O. y María Luisa.
Todos han acabado con buenas sensaciones sus carreras.
Tomábamos la salida a las 8:00 h. con 14 º C unos 9000 corredores entre
maratón, media maratón, para dar dos vueltas a un circuito que en algunos
tramos del centro de Palma se hacía estrecho, para la segunda vuelta el calor y
la humedad hacían estragos en los participantes del maratón.
El primero en llegar del maratón fue Paco N. con un tiempo
de 3:49:00 seguido de Yolanda con un tiempo de 3:51:00 que le sirvió para ser
primera de su categoría, posteriormente llegaron Antonio O., y Rafa R junto con
Mª Luisa.
En medio maratón no tengo muchas referencias, pero Rafa S.
se regaló una gran carrera con un tiempo de 1:42:00, seguido de José María y
Joaquín y detrás llegarían Paco C., Marta y Montse y Rubén con muy buenas
sensaciones.
Desde aquí quiero dar la bienvenida a la familia de Joaquín
y familia de Paco N. que se han integrado en nuestro grupo como unos más de la
familia y ya están deseando venir a la próxima aventura…
Un sólo pero, si en el comienzo del viaje nos enterábamos de la muerte de la madre del compañero Raúl, el último día nos daban la triste noticia en Palma de Mallorca de la muerte del padre de nuestra compañera Montse, allí con nosotros.
El
pasado domingo me encontré una vez más en la línea de salida de una media
maratón, esta vez en Don Benito, ese pueblo que sabe cómo recibirte… ¡y cómo
perderte! Pero vayamos por partes.
Desde el principio, ya sabía que sería un día especial. No por la carrera en sí, no, sino porque me había topado con un grupo de locales encabezados por el equipo Villanueva corre… Javi Peluko. La genial idea del día fue correr al ritmo del más lento, y ahí estaba yo, orgullosa, como la prueba viviente de esa estrategia inclusiva. ¡Qué majos! Hicieron que me sintiera como en casa desde el kilómetro 0.
El
ritmo era… digamos, de paseo largo, pero de esos paseos donde tu
mayor preocupación es no perderte entre el callejeo de Don Benito que no hubo
ya que seguimos esperando que la plaza esté lista para poder correr por sus calles
como Dios manda, porque hasta la ermita no llegamos, nos quedamos en una obra
maestra de la organización, una rotonda pintada en el suelo.
Pero
que no se diga que no hubo puntos altos. Porque si algo no faltó, fue la
hospitalidad de los locales. Ese grupo increíble que, además de acogerme como
si fuera de la familia, tenía su propia banda de animación para
amenizarnos el tramo final, parecían un festival ambulante.
Y
para cerrar con broche de oro: la meta. No había trofeos, pero sí algo mucho mejor: pizza
y cerveza. Porque, seamos sinceros, después de tanto correr, ¿qué mejor que
un par de cervezas frías para recuperar? Y la pizza, bueno, eso ya es puro
amor. Porque, al final, uno no corre por las medallas, corre por el verdadero
premio: el bufé post-carrera.
Ana
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