Mas Montaña con los Villanuevacorre

    Y llegó el día, después de 8 duros meses de entrenamientos, en los que nuestros montañeros Jose Álvarez y Samuel, han sufrido todas las inclemencias mete reológicas habidas y por haber, que  han pasado infinidad de horas en el monte o en la cercana localidad de Magacela, después de todo el esfuerzo y sacrificio, llegó el esperado día.

    Esta vez, se fueron a Beasain, que es una localidad de unos 13.000 habitantes encuadrada en la comarca de Goyerri, en la provincia de Guipúzcoa(País Vasco). Allí, se disputaba, entre otra la G2Haundiak, una prueba de 90km y algo más de 5000 metros de desnivel positivo.

    A las 23:00 horas del día 12, nuestros chicos, al son de la musical y bailes típicos de la zona tomaban la salida. Los primeros tres primeros km transcurren por las calles de la localidad, donde el numerosísimo público le deseaba suerte y ánimo a todos los corredores. Hasta el primer avituallamiento, tienen una distancia de 7 km, sin mucha dificultad, que transcurren entre pistas que van cruzando las inmensas praderas que existen por esa zona. 

     Segunda etapa. Aquí, ya empieza a verse lo que va a ser la carrera, esta etapa transcurre entre Zaldibia y Larraitz, donde a parte de los 11kn de los que consta el tramo, ya tenemos  más de 700 metros positivos. De las pistas anchas, pasamos a senderos estrechos y algo resbaladizos, en los que echando la vista atrás, podías ver la serpiente interminable de luces blancas y rojas que formaban los corredores a lo largo del sendero. Justo antes de la subida más fuerte, aparece la niebla, una niebla cerrada y espesa que mojaba, no solo a nuestros corredores, sino también el terreno, lo que hacía  peligroso las primeras bajadas. Tanto fue así, que en este lugar, se produjeron las primeras caídas de nuestros corredores, si, las primeras de muchas caídas.

   

En el avituallamiento dé Larritz, llenaron los botes de agua y también los estómagos, ya que el siguiente tramo, de unos 8 km, iba a ser duro, no solo por la subida, con casi 1200 metros positivos, prácticamente del tirón, sino, por que apareció el que iba a ser el protagonista principal de la carrera, el BARRO. Algo a lo que estos dos montañeros no están acostumbrados y que en muchas ocasiones, se hacia odioso y desesperante, ya que a penas les dejaba avanzar, provocando continuas caídas y perdidas de equilibrio. Pero a estos dos, no se les para tan fácilmente y aunque con las culeras manchadas de barro, llegaron al siguiente avituallamiento.

    Urrain. Después de avituallarse como corresponde, siguieron camino, al que parecía que iba a ser un tramo de transición, con otros 8 km y poco desnivel positivo, pero si mucho desnivel negativo, es decir, de bajada. Contado así, podéis  pensar, que este tramo estaba chupado, pero la realidad fue otra muy diferente, ya que el barro volvió hacer acto de presencia y tras cruzar por un desfiladero que a penas tenia un metro de ancho y una caída de unos 150 metros, comenzó una bajada imposible en la que se mezclaban rocas, raíces aéreas y si, el barro. Una mezcla mortal para las piernas, que ponían al límite los tibiales de la fuerza que tenían que hacer par evitar resbalar continuamente y que convirtió un tramo supuestamente fácil en una pesadilla.

    Lazarrusti. Este es el tramo mas largo de toda la carrera, nuestros compañeros tendrán que recorrer una distancia de 14km con 900 metros positivos, pero en este tramo van a tener algo que les va a iluminar. De nuevo el barro, vuelve a ser la nota predomínate, solo que esta vez, la subida también esta embarrada, con lo que ya os podéis imaginar lo que cuesta avanzar unos pocos metros. Pero bueno, como ya os he dicho, a nuestros chicos algo les iba a iluminar en este tramo y es que el sol empezó a dar señales de su existencia después de una noche oscura. Se empieza a ver sin la necesidad del frontal, lo que permite a estos dos deleitarse con la inmensidad de un bosque, en el que llevaban metidos toda la noche, pero que hasta ahora no se han dado cuenta. Un bosque de pinos y robles inmensos, que les hacen sentir como una pieza insignificante en la madre naturaleza, un bosque que te habla sin decir una sola palabra y que te llena de energía. Y así, nuestro chicos llegan a Etzegarate, donde se encuentra el avituallamiento grande y la bolsa de vida.

    Km 49, nuestros montañeros ya han pasado el ecuador de la prueba y después de un desayuno, a base de pasta y algo mas y un cambio de ropa, emprenden de nuevo el camino, pero ahora si, se pueden ir deleitándose con los paisajes que les brinda la madre naturales.

    Subida al Aizkorri, esta es sin duda una de la parte mas dura y técnica de la prueba, se trata de una subida continua por lo que podríamos describir como una casca con un 40% de inclinación de de rocas blancas y pulidas por el paso del tiempo, que se van abriendo paso por un bosque de pinos centenarios. Una subida de algo mas de dos km, en los que acumulas 900 metros positivos y que pone a prueba la resistencia muscular de nuestros atletas, pero que al llegar a la cima, les regala unas vistas impresionantes y una sensación de felicidad enorme, que hace que el gran esfuerzo que han hecho, merezca mucho la pena.

    A partir de aquí, comienza una fuerte bajada, que da paso a grandes paraderas en las que pastan manadas de yeguas, para posteriormente volver a entra en otro inmenso bosque, que ya les acompañara prácticamente hasta la entrada de Beasain, donde se encuentra la meta.

 

    Último km, durante los 90km de la carrea, se han ido encontrando con multitud de público que siempre les ha ido animando, pero ese ultimo km, por las calles de Beasain, donde muchísima gente que estaba disfrutando de un sábado normal, se ponía en pie al paso de nuestros corredores y llamándolos por su nombre, los jaleaban y hacían, que esas piernas ya sin a penas fuerzas, despegasen del suelo para dar el Sprint final y entrar en meta como se debe entrar, de forma grandiosa,  con una enorme sonrisa en sus labios, las manos en alto mirando al cielo y lágrimas en los ojos, por lo que acababan de conseguir.

    Decir, que cuando Samuel entró en meta, le estaba esperando Jose y estos dos cabrones, con perdón, se fundieron en un abrazo sincero y emotivo que hizo que las lagrimas de  emoción volvieran aparecer.

    Hasta aquí la pequeña aventura de nuestros chicos en el País Vasco, ahora tendrán un poco de descanso, bien merecido y a pensar en la siguiente, pero eso es otra historia , que ya os contarán.

Esta carrera va dedicada a la familia de nuestros dos chicos, que han sufrido sin queja la larga preparación que han tenido que hacer.

Y ahí queda eso.

    Mientras, en el entrenamiento dominical, tenía ligar esta foto, que ya es histórica en nuestro club y que seguro pasado unos años alguien la sacará otra igual o parecida con los componentes de nuestro club apoyando a la selección española de futbol, al igual que sucedió en el año 2012, donde fuimos campeones del mundo.