Pensabais que íbamos a tener un fin de semana tranquilo, sin apenas actividad, pues no, esto no para.
Empezamos por el sábado, donde tuvimos una carrera y un inicio de actividad. La carrera, nos lleva hasta la provincia de Ávila, y en el término municipal de Guisando, allí tuvo lugar El Desafío Los Galayos, que es una carrera de montaña que transcurre en la sierra de Gredos y entre unas formaciones graníticas en forma de agujas, que le dan nombre al lugar. Hasta allí, se fue nuestro presidente, para dejar el pabellón bien alto y nos lo cuenta así.
DESAFIO GALAYOS 2024
42 K. + 3.200
Como el nombre de la carrera indica es un desafío intentar terminar esta carrera bestial por Sierra de Gredos. Una carrera que cae en medio de preparación para el ultra que me vale como preparación. Madrugón y a la 8 de la mañana salida desde Guisando, buena temperatura y día soleado, nos anuncia el spiker que la jornada será calurosa. Saludos a compañeros y gran ambiente montañero. Primera parte de la carrera muy dura en la que en 19 kms se hace 2.500+ y ya te deja temblando para lo que viene. Arriba en la Mira, a 2.300 m. aún quedan algunos neveros, el paisaje y la temperatura espectacular. Ahora empieza lo bueno, bajadas muy rocosas que te exigen mucha atención y fuerza para no caerte, menos mal que ya conozco el recorrido y me lo tomo con paciencia, pero aun así, se me suben los abductores, tengo que parar un poco y estirar, continuo tranquilo. La bajada se me va haciendo más llevadera pero la temperatura va subiendo a la vez que bajas, por lo que hay que intentar hidratarse al máximo, anque las fuerzas ya se van mermando. Quedan un par de subidas que hay que afrontar, voy adelantando gente solo con mantenerme en mi ritmo. Lega la última bajada y no puedo casi con la tensión de tanta piedra y bajo como puedo llegando al final en modo eco para resistir el último tramo. Finalmente entrada en meta y carrera –entreno disfrutada y sufrida a partes iguales, con la satisfacción de hacer un gran entreno con vista a G2H. Seguimos!
Saludos.
José A. Álvarez.
Continuamos Con nuestro incansable Antonio Rodríguez y su compañera fiel en estas experiencias, que no es otra, que Nana, la chica de la sonrisa. Los dos, cogieron rumbo a Guadalupe el sábado por la tarde, completando, los 87km que separan Villanueva de la Serena de la localidad de Guadalupe, del tirón en algo mas de 14 horas.
Nana nos detalla lo vivido de la siguiente manera.
Este jueves pasado, el amigo Antonio, me propuso hacer Vva-Guadalupe andando, y no podía decirle que no. No se se exactamente las veces que hemos hecho este trayecto, pero cada una de ellas ha sido una experiencia y sensaciones distinta.
Todas estas experiencias te hacen aprender y modificar cosas, para que la siguiente salga mejor y resulte mas cómoda. Y por supuesto, multitud de anécdotas, que van surgiendo a lo largo de tantos kilómetros. Anécdotas, que en el instante que suceden, asustan un poco, o mas bien bastante. A lo largo de los años, hemos tenido perros, que se saltaban la valla y que fueron ladrando a nuestro lado durante cientos de metros, sintiendo su respiración en las piernas. En otra ocasión, un coche, bien entrada la madrugada, apareció de la nada y venía hacia nosotros, sin saber muy bien con que intenciones tenía. Pero sin duda, la mas preocupante, por no decir otra cosa, ha sido este año, en el que llegando a la estación de Madrigalejo, sobre la una de la madrugada, nos salió un chaval de la nada, armado con un señor palo, con cara de endemoniado y que sin decir nada, se dirigía hacia nosotros, no con buenas intenciones y detrás de el, venían varios hombres y mujeres mas, que también portaban palos y cadenas y en un momento, nos vimos rodeados y de forma litera, "acojonados". Eran un grupo de rumanos o portugueses, que estaba acampados en la estación de Madrigalejo y a los que por lo visto, alguien les tiraba piedras por la noche y al ver la luz de nuestros frontales, pensaron que eran los que tiraban las piedras. Pero hasta que pudimos aclarar la situación y explicarles que nosotros solo íbamos de paso, con dirección a Guadalupe, pasamos mucho miedo, vaya si lo pasamos. Desde ahí hasta Guadalupe, muchos kilómetros y muchas horas por delante, mismo recorrido, pero distinto viaje, pero siempre, siempre, merece la pena!!!
Este fin de semana, nuestra amiga NANA y yo hemos hecho la ruta a Guadalupe andando. Ruta que ya llevamos haciendo en varias ocasiones.
El sábado por la tarde a las seis salimos dirección a Guadalupe con nuestras mochilas cargadas de agua, alimentos y mucha ilusión. Las tres primeras horas eran las más calurosas pero hacía un poco de aire y nos vino muy bien. A las nueve, ya estábamos en El Torviscal y la temperatura era muy agradable. Continuamos hasta Fernando V, donde paramos a cenar. Pero la sorpresa nos llegó al llegar a la estación de Madrigalejo, sobre las doce y media de la noche donde nos vimos asaltados por un grupo numeroso de rumanos que tenían un asentamiento en la estación. Empiezan a salir en la oscuridad de la noche y entre la maleza cantidad de hombres con palos, cadenas y demás instrumentos. Inmediatamente nos vemos rodeados como si fueran una tribu y siguen apareciendo mas personas, mujeres y chicos jóvenes. Hay un grupo de personas que van por la noche a molestarles y apedrearles y supusieron que éramos nosotros. Hablamos durante un buen rato diciendo que nosotros vamos hacia Guadalupe y al final, logramos convencerles y nos dejan seguir adelante. Continuamos y más adelante nos encontramos con unas luces de un vehículo que venía hacia nosotros sobre las dos de la madrugada. Era un guardia de seguridad de las placas solares. En este caso era una chica con la cual estuvimos conversando un rato y nos dijo que tenían conocimiento que había un asentamiento.
La noche continúa avanzando y nosotros sumando kilómetros, Para entonces la temperatura había bajado bastante y tocaba abrigarse bien. Llegamos a Logrosán a las seis de la mañana. Después carretera hacia Cañamero donde llegamos a las ocho . Un buen desayuno de café con churros y emprender la parte más bonita de la ruta que es la ruta de Isabel la Católica. Una preciosidad por la belleza de sus vistas y paisajes. A las doce y media llegamos al monasterio. Visita obligada a la Virgen y ruta terminada con éxito.
Muchas gracias a Nana por su compañía.
Por último, el domingo, Samuel se desplazó hasta Aldeanueva de la Vera, donde disputó la tradicional Pencona, y nos cuenta lo siguiente.
A las 9:00 horas de una mañana soleada, tomábamos la salida de La Pencona 2024, carrera fija en el calendario de carreras por montaña. Este año, nos avisaban que el recorrido había sufrido algunos cambios con respecto a ediciones anteriores. Comenzamos recorriendo parte de la ruta de Fernando V, como no, subiendo por un camino empedrado que no te permite levantar la vista del suelo en ningún momento. A la primera subida, de algo mas de 4 km, le sigue una bajada técnica, en la que casi vamos mas despacio que subiendo, pero la montaña tiene estas cosas. Trascurridos los primeros 15 km, ya acumulábamos 1000 metros positivos, con dos bajadas bastante duras, pero lo mejor, estaba por llegar, la subida a la buitrera, un tramo de algo mas de 800 metros de distancia, en los que subes unos 300 metros positivos. Después, de esta subida, quedaban algo mas de 10km para la meta, en los cuales tuvimos de todo, bajadas peligrosas, senderos estrechos, trialeras espectaculares y todo ello, bajo la sombra de castaños centenarios, que te hacían conectar con la naturaleza y sentirte único en ese momento. Por lo demás, contento con las sensaciones y a seguir preparando el siguiente objetivo, Maratón Alpino Madrileño.
RECUERDA!!!!!!
Próximo do0mingo día de de junio, DÍA DEL CLUB, no faltes!!!!!!!
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